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Ottmar Ette

Tras la huella de la vida. El proyecto de larga duración „Centro Alejandro de Humboldt. Ciencia en movimiento“ edita los apuntes transdisciplinarios de Humboldt

Zusammenfassung

Das Langzeitvorhaben “Alexander von Humboldt auf Reisen – Wissenschaft aus der Bewegung“, das 2015 an der Berlin-Brandenburgischen Akademie der Wissenschaften begann, umfasst die vollständige Edition der Manuskripte Alexander von Humboldts zum Themenkomplex Reisen an der Schnittstelle von Kultur- und Naturwissenschaften. Die Frage nach dem Leben und dem Zusammenleben bei Humboldt begleitet die Forschungsprojekte rund um das Vorhaben. Die Überlegungen beruhen auf drei Säulen: Relationalität, Wechselbeziehung von Wissenschaft und Ästhetik und Bewegung.

Abstract

The long-term research project “Traveling Humboldt – Science on the move”, which started in 2015 at the Berlin-Brandenburg Academy of Sciences and Humanities, involves the complete edition of the manuscripts of Alexander von Humboldt on the topical complex ‘journeys’. The research projects accompanying the Academy project focus on Humboldt’s concept of life and conviviality. These focus points center around three pillars: relationality, the reciprocity of science and aesthetics and movement.

Resumen

El proyecto de larga duración “Centro Alejandro de Humboldt – Ciencia en movimiento” (iniciado en 2015) de la Academia de las Ciencias y Humanidades Berlín-Brandemburgo tiene como objetivo la edición de los manuscritos de viaje del famoso autor, naturalista, cosmopólito y viajero. La edición incluirá los manuscritos de sus dos viajes hemisféricos (América, Asia) como también los de su legado literario. La pregunta esencial que acompaña las investigaciones en torno al proyecto de la Academia es la importancia que Humboldt le da a la vida y a la convivencia. Los tres pilares en los que descansa la reflexión son: la relacionalidad, la concomitancia entre ciencia y estética y el movimiento.

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Boceto del Chimborazo, mediciones trigonométricas, numerosas adendas y correcciones en los „Diarios de viaje por el continente americano“, Diario VIIbb u.c, 17r (© Staatsbibliothek zu Berlin)

Las investigaciones de las últimas dos décadas han demostrado con toda contundencia que Alexander von Humboldt (1769–1859) no ha sido el último erudito que gozara de una reputación de polímata. Sin embargo, tal y como ya lo reconociera su hermano Wilhelm en el año 1793, fue él quien supo, „descubrir concatenaciones de los elementos que sin su empeño, habrían permanecido ocultos a largo de los siglos“. El mismo Alexander hablaba entre otros, en su primer tomo del „Cosmos“, de un „ tejido intricado a manera de red“ y él se ocupó intensamente de los hilos. Es por eso que la ciencia humboldtiana podría considerarse acertadamente una ciencia de entrelazamientos, en la que las más diferentes disciplinas y los más diversos ámbitos del saber se encuentran entretejidos de forma relacional. A partir de la última década del siglo XVIII hasta su muerte en el año 1859, el autor de „Cuadros de la naturaleza“ desarrolló una epistemología que reflexionaba en conjunto la desdiferenciación de las disciplinas científicas por él tan discutida. La travesía intencional por las más diferentes disciplinas hizo que Humboldt no se convirtiera en el último representante de un paradigma científico caduco, sino en el primer emisario de una ciencia transdisciplinaria que, precisamente con miras al siglo XXI, resulta ser visionaria. El menor de los hermanos Humboldt tenía desde muy temprana edad, lo que Charles Percy denominaba, refiriéndose a las ciencias naturales, „the future in his bones“.

Esto no significa que sólo se haya ocupado de problemas e interrogantes científicos. Y además, tenemos que eliminar un tópico cuidado con tanto empeño que solemos encontrarnos todavía en muchos discursos de homenaje: Wilhelm y Alexander no repartieron fraternalmente las ciencias, esto es, intrafamiliarmente, en dos culturas. Hablar de una división entre el humanista Wilhelm y el científico Alexander no es sólo anacrónico, sino simple y sencillamente falso. Es así, porque los campos de actividad científica de Alexander von Humboldt no únicamente incluían la antropología americanista, la anatomía y la antropología clásica, la historia, la geografía y la geoecología, la física, la filología y la filosofía, sino asimismo la astronomía, la historia de la cultura, la geografía de la flora o la zoología. Más aún: es impensable la ciencia humboldtiana sin la calidad literaria de la escritura humboldtiana: Alexander von Humboldt se había propuesto, tal y como lo especifica en el prólogo de sus „Cuadros de la naturaleza“ una unificación de un propósito literario con un propósito científico. La estética no es adorno o añadidura para Humboldt, sino un saber sobre los enlazamientos, que logra vincular todo con todo.

Hemos aprendido a leer y ver al autor de las „Vistas de las Cordilleras y monumentos de los pueblos indígenas“ como un gran escritor. Como un escritor además, que desde luego no sólo se servía del alemán. Partiendo de la premisa, de que es imposible comprender el mundo desde la perspectiva de una sola lengua, Alexander von Humboldt se sirvió de diferentes lenguas – no únicamente de ciertas disciplinas científicas, sino también de diversas formas de expresión literaria y de tradiciones literario-estéticas. Este escritor, nacido en la capital prusiana, escribió la mayor parte de su obra publicada en lengua francesa, pero desarrolló un complejo juego translingüe entre el alemán y el francés, en el que se iluminan recíprocamente las diferentes denominaciones por él utilizadas – como por ejemplo el singular del término alemán „Kultur“ y el plural francés „civilisations“. En sus diferentes obras, aunque ya en sus manuscritos de viaje, se encuentran el latín, el español, el portugués, el italiano el griego el inglés y también las más diversas lenguas americanas desde el náhuatl hasta el quechua, además del persa o del chino – y esta lista la podremos prolongar indefinidamente. Los paisajes linguísticos de Alexander von Humboldt no son ni monológicos ni dialógicos, sino profundamente polilógicos. No se trata de un diálogo de las culturas sino de un polílogo con una multituid de voces, muchas perspectivas y muchos espacios de/en movimiento.

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Vista del viaje al volcán de Cayambe en Ecuador. Lámina XLII, "Vue du Cayambe", en: Humboldt, Alexander von ([1810-]1813): Vues des Cordillères et monumens des peuples indigènes de l‘Amérique. Paris: Schoell.

Iniciado en enero de 2015, el proyecto de larga duración „Centro Alejandro de Humboldt. Ciencia en movimiento“ de la Academia de las Ciencias y Humanidades Berlín-Brandemburgo se ocupa por consiguiente de un erudito y escritor que no estuvo de viaje y en movimiento sólo físicamente. Al pensamiento y a la escritura humboldtiana le subyace una epistemología del movimiento que no se logra sujetar y reducir a una sola lengua, a una sola literatura, a un solo punto de vista o una sola patria. No es casualidad que el término nómada saliera ya de la pluma del joven Humboldt. Su ciencia es una ciencia nómada. Pensamiento y escritura no se pueden comprender como mónadas sino como nómadas: siempre a punto de partir, siempre en movimiento, sin aceptar un final. En los escritos redactados en sus viajes, en sus notas móviles, que se encuentran en el foco de atención del proyecto de la Academia, se muestra, cómo en sus apuntes – que, claro está, también incluyen un nutrido número de dibujos – en un sólo día aparecen y se tratan objetos del ámbito de la geología o de la historia, de la antropología cultural o de la climatología, de la economía o de la historia de la ciencia. Ya sea en el terreno de la migración de las plantas o de la esclavitud transatlántica, que Humboldt viera como el peor mal de la humanidad: todo aparece en su dinámica y su movimiento, más de una vez también en su poder geológico o histórico, que el viajero auscultaba con toda paciencia y preguntaba por su causalidad. La pregunta en sí que subyace a todos estos esfuerzos a lo largo de toda una vida es: ¿de qué manera se puede comprender la vida? Y, ¿cómo se puede fomentar una convivencia en paz de todos los seres vivientes en este planeta? Están incluidos aquellos aspectos que hoy en día denominamos sustentabilidad y atribuimos al pensamiento geoecológico.

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Estudios botánicos parciales de la planta del bejuco en los „Diarios de viaje al continente americano“, diario VIIbb u.c, 107v (© Staatsbibliothek zu Berlin)

Los „Diarios de viaje por el continente americano“, así como los apuntes de su diario de exploración ruso-siberiano demuestran claramente que el requisito de cualquier convivencia para el cosmopolita era una conciencia del mundo dinámica y en constante expansión. Sin embargo, este hombre de mundo también siguió siendo prusiano. Un ciudadano de aquella Prúsia móvil, que no se puede comprender solamente desde su propia (aunque siempre cambiante) territorialidad, sino que pide una forma de entender nueva y dinámica de Prusia. Alexander von Humboldt enfoca nuesta mirada en sus diarios de viaje precisamente a aquel móvil, que no se deja reducir a lo territorial. Una Prusia, que se logra comprender – al igual que toda su ciencia transareal – desde el movimiento y en movimiento.: una Prusia que no impone fronteras sino que las transgrede, una Prusia que no representa el punto de vista nacional y nacionalista, sino el de la imbricación y reticulación global. Una Prusia, en la que caben también nombres como elde Adelbert von Chamisso, Anton Wilhelm Amo, Cornelius de Pauw y tantos otros.

El elocuente chambelán en la corte prusiana puede fungir de garante para la nueva imagen histórico dinámica – y no histórico-espacial – de Prusia y asimismo para una visión de la ciencia, que no se puede dividir ni en dos y menos en tres culturas. No importa si Alexander von Humbolt defina plantas o realice observaciones climatológicas en su viaje de exploración ruso-siberiano; si debate en su viaje al trópico americano en Tenerife los argumentos de neptunistas o plutonistas o si trata de comprender en los archivos de la Nueva España la historia de la conquista española: siempre se encuentra tras la huella de la vida. La contemplación de las diferentes altitudes en los Andes, el análisis de los gimnotiformes en la Venezuela de la época, la investigación de la expansión de las misiones cristianas a orillas del Orinoco o el intercambio polifacético con la Expedición Botánica de José Celestino Mutis en Bogotá, todo esto remite a un planteamiento científico-vital de saber y ciencia, en el que la vida abarca, en el sentido de la expresión griega „bíos“, tanto los aspectos de la naturaleza como los de la cultura. Para la ciencia humboldtiana desde el movimiento no están separadas la naturaleza y la cultura.

Ante este telón de fondo no sorprende que el poder de fascinación que emana de Alexander von Humboldt sigue vigente no sólo a nivel mudial, sino que aumenta a escala global. El mundo de Humboldt no únicamente le hace ver los errores al mundo del siglo XXI, sino que también le muestra nuevos caminos.

Esta investigación se realiza en el marco del proyecto de investigación „Alexander von Humboldts Amerikanische Reisetagebücher“ (01UO1302A, 01UO1302B) de la Universität Potsdam y la Staatsbibliothek zu Berlin - Preußischer Kulturbesitz, financiado por el Minsterio Federal de Educación e Investigación de Alemania (BMBF).

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